Maleficio (Incantation, 2022) entra por donde hoy vivimos: la pantalla. Una madre decide registrar su vida para proteger a su hija tras quebrar un tabú, y lo que sigue no es un simple susto en formato casero, sino un rompecabezas contado con blogs, noticias, foros y cámaras de seguridad que te invitan a mirar, convirtiéndote en parte del problema.
La gracia está en cómo la película usa el found footage como lenguaje y no como truco: cada plano parece tener una intención, cada encuadre trae una pista, cada sonido te empuja a completar espacios en tu cabeza. No hay guiños gratuitos ni golpes de efecto por deporte. Hay atmósfera, símbolos que se filtran, repeticiones que pesan y una tensión que sube sin avisar.
En tiempos donde todo se comparte, Maleficio dialoga con la cultura pop como si fuera un challenge prohibido, con ecos de creepypastas, canales de misterio y videos que juran "no lo veas solo", pero se atreve a ir más lejos; plantea qué pasa cuando la devoción, la culpa y el algoritmo conviven en la misma sala.
El folclore taiwanés aparece sin exotismos, metido en lo doméstico, un gesto, un objeto, un rezo incompleto. Nada luce decorativo. Todo parece tener un precio. El diseño sonoro es clave, la película te obliga a escuchar ruidos que no sabes si vienen de la casa o del archivo, silencios que pesan como si fueran otra presencia y una cadencia que te acostumbra a dudar de la imagen. La cámara, lejos de ser un escudo, se vuelve una puerta.
Desde mi humilde visión hay que verla; porque refresca el subgénero desde adentro, porque convierte al espectador en cómplice con reglas claras y un juego interactivo sin sacarte de la historia, porque cruza tradición y era digital de forma natural, porque demuestra que con recursos simples se pueden crear escenas que se quedan dando vueltas en la mente, y porque habla de algo muy actual sin sermón: el deseo de mostrarlo todo y el miedo a lo que invocamos cuando apretamos "publicar".
Ideal para maratón nocturna con luces bajas y celulares en silencio. Si te gustó la angustia viral de Ringu, el documental maldito de Noroi o la fisicidad inquietante de The Medium, aquí hay una evolución con identidad propia.
Cuando terminen los créditos, la conversación sigue: ¿Qué crees que viste, qué preferiste no ver y qué harías distinto si la pantalla te hablara a ti?
Puedes ver Maleficio/Incantation en Netflix
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